Núñez explicó que la salud mental es un proceso continuo en el que, más que evitar los problemas, debemos aprender a manejarlos. Comparó la mente humana con un barco que navega en un mar lleno de tormentas, donde las dificultades pueden ser vistas no solo como algo que arrasa con todo, sino también como una oportunidad de crecimiento. «Lo importante es no lidiar solo con estos huracanes internos», afirmó.
Históricamente, recordó el especialista, las personas con problemas mentales eran aisladas y marginadas. Sin embargo, con la llegada del psicoanálisis y la teoría del inconsciente de Freud, se empezó a entender que todos llevamos dentro emociones y pulsiones que influyen en nuestras decisiones. Hoy en día, se habla abiertamente de condiciones como el pánico y la angustia, que antes se ocultaban por temor al estigma.
Uno de los puntos clave de la entrevista fue la relevancia del apoyo social en el manejo de los trastornos mentales. Núñez destacó que el mayor riesgo surge cuando las personas enfrentan estos problemas en aislamiento. Contar con lazos sociales, ya sea con amigos, familiares o profesionales, es esencial para prevenir situaciones graves como el suicidio, que muchas veces es el resultado de sentirse atrapado sin salida.
La pandemia también jugó un papel crucial en el aumento de los problemas de salud mental, exacerbando la angustia y el aislamiento. Núñez subrayó que muchos problemas sociales, como la precariedad económica o la violencia, están profundamente relacionados con la salud mental, y que los cambios bruscos y no electivos que vivimos durante la pandemia agudizaron estas situaciones.
Finalmente, hizo hincapié en que el autocuidado comienza con la introspección y en no tener miedo de pedir ayuda cuando las cosas se salen de control. «Una de cada tres personas en Argentina experimenta algún tipo de trastorno mental. Y lo más importante es que se puede salir adelante, siempre que entendamos que no estamos solos», concluyó.