El gobierno nacional ha anunciado una serie de modificaciones en la AFIP, destacando el cambio de nombre del organismo, que pasaría a llamarse «ARCA», y la preocupación de los empleados no se hizo esperar. El entrevistado, un representante de los trabajadores de AFIP, señaló que aunque el cambio de nombre es relevante, lo que más preocupa es la posible cesantía de 3.155 empleados, quienes podrían quedar en la calle tras las decisiones del Ejecutivo.
Ante la consulta sobre las declaraciones del gobierno, que afirma que estos empleados habrían ingresado de forma irregular, el entrevistado desmintió tajantemente tal afirmación. Aseguró que las incorporaciones se realizaron de manera normal y en todas las gestiones gubernamentales desde que él trabaja en AFIP, lo que resulta clave para mantener la plantilla y cumplir con las tareas de fiscalización y recaudación.
El temor a los despidos se intensifica al ver que los trabajadores que podrían ser afectados desempeñan funciones esenciales, como el control de aduanas y la fiscalización. En Comodoro Rivadavia, por ejemplo, se estima que menos de 20 personas estarían afectadas por estos posibles recortes, aunque el número podría variar en otras regiones.
El entrevistado también hizo mención a otro punto crítico: la caída en la recaudación. Esto se suma al impacto que podría generar la reestructuración, ya que reducir la cantidad de trabajadores afectaría las capacidades operativas del organismo. Asimismo, denunció que en muchos medios se tilda a los empleados de «ñoquis», pero aclaró que se trata de profesionales, incluyendo abogados y contadores, que trabajan activamente para sostener la estructura fiscal.
Respecto a las medidas que planean los trabajadores, el entrevistado informó que ya se encuentran en alerta, y que pronto comenzarán asambleas para definir los pasos a seguir. A pesar de los anuncios, aún no tienen información concreta sobre la instrumentación de estas decisiones, que requerirán un decreto oficial para concretarse.
