Hace más de tres décadas, el comedor «Mirella» comenzó una labor solidaria que hoy sigue creciendo. A pesar de los desafíos, su fe en Dios y en la generosidad humana la mantienen firme.
En medio de la escasez de alimentos, Norma y su equipo continúan brindando ayuda a quienes lo necesitan. La solidaridad de algunos vecinos y donantes es crucial para mantener el comedor funcionando.
Cada día, el comedor de Norma abre sus puertas para alimentar a más de 130 personas, ofreciendo no solo comida, sino también esperanza y apoyo emocional.
Norma invita a todos a colaborar, ya sea con alimentos, ropa de abrigo o simplemente con su tiempo. La dirección del comedor es Calle Huergo 2380, donde la ayuda es bienvenida y multiplicada para quienes la necesitan.
La historia de Norma nos recuerda que, incluso en tiempos difíciles, la fe y la solidaridad son fuerzas poderosas que pueden mover montañas y alimentar corazones.