Félix Almirón, zapatero con más de 40 años de experiencia, habló con Radio Giros 96.3 en el programa Buen Día Día y desmintió el supuesto aumento en la demanda de arreglos de calzado: «Cada vez hay menos trabajo, la gente no puede pagar».
Desde su taller en Comodoro Rivadavia, Félix Almirón compartió su visión sobre la realidad del rubro. Aunque muchos creen que, ante la crisis económica, se incrementa la reparación de calzado, el zapatero aseguró lo contrario. “Antes trabajábamos cuatro personas, ahora somos dos. Hay gente que viene, pregunta, pero no puede pagar los arreglos”, explicó.
Con más de 15 años de trayectoria en Comodoro —y décadas anteriores en Chaco— Almirón comentó que los cambios en los hábitos de consumo y el encarecimiento de los materiales han afectado notablemente el oficio. “Una tapita de taco cuesta $15.000, y cambiar una media suela puede salir aún más. Todo aumenta, pero la gente no llega con la plata”, señaló.
Además, remarcó que muchas zapatillas también se reparan, sobre todo por daños en las suelas y las puntas. Sin embargo, no todos los modelos permiten una intervención efectiva. “Algunos se pueden arreglar, otros no. Cada trabajo es distinto, y siempre damos el presupuesto antes de empezar para que el cliente decida si lo puede pagar”, explicó.
Félix también reflexionó sobre el futuro del oficio: “Cada vez hay menos zapateros. No sé si va a desaparecer, pero sí es claro que hay menos interés en aprenderlo”. Entre zapatos arreglados que nunca se retiran y materiales difíciles de conseguir por los nuevos componentes sintéticos, el taller se mantiene abierto, aunque con menos movimiento. “Seguimos por amor al oficio”, concluyó.
Desde su taller en Comodoro Rivadavia, Félix Almirón compartió su visión sobre la realidad del rubro. Aunque muchos creen que, ante la crisis económica, se incrementa la reparación de calzado, el zapatero aseguró lo contrario. “Antes trabajábamos cuatro personas, ahora somos dos. Hay gente que viene, pregunta, pero no puede pagar los arreglos”, explicó.
Con más de 15 años de trayectoria en Comodoro —y décadas anteriores en Chaco— Almirón comentó que los cambios en los hábitos de consumo y el encarecimiento de los materiales han afectado notablemente el oficio. “Una tapita de taco cuesta $15.000, y cambiar una media suela puede salir aún más. Todo aumenta, pero la gente no llega con la plata”, señaló.
Además, remarcó que muchas zapatillas también se reparan, sobre todo por daños en las suelas y las puntas. Sin embargo, no todos los modelos permiten una intervención efectiva. “Algunos se pueden arreglar, otros no. Cada trabajo es distinto, y siempre damos el presupuesto antes de empezar para que el cliente decida si lo puede pagar”, explicó.
Félix también reflexionó sobre el futuro del oficio: “Cada vez hay menos zapateros. No sé si va a desaparecer, pero sí es claro que hay menos interés en aprenderlo”. Entre zapatos arreglados que nunca se retiran y materiales difíciles de conseguir por los nuevos componentes sintéticos, el taller se mantiene abierto, aunque con menos movimiento. “Seguimos por amor al oficio”, concluyó.