En una reciente ceremonia de los premios Óscar, el actor Cillian Murphy nos llevó a reflexionar sobre la figura poco conocida de J. Robert Oppenheimer, el científico detrás de la bomba atómica y su impacto en el mundo. La película «Openheimer», basada en un exhaustivo estudio de 25 años, nos invita a explorar el legado de este hombre y su compleja relación con la ciencia y la ética.
La historia nos sumerge en los dilemas morales de Oppenheimer, quien lideró el proyecto Manhattan para crear la primera bomba atómica. Sin embargo, tras el devastador uso de estas armas en Hiroshima y Nagasaki, Oppenheimer luchó por concienciar sobre los peligros de la proliferación nuclear, enfrentándose al establishment militar y económico de su país.
La película destaca el contexto histórico de la Segunda Guerra Mundial y la rivalidad entre potencias, como Estados Unidos y la Unión Soviética, por la supremacía tecnológica. Además, revela la persecución que sufrió Oppenheimer por sus vínculos pasados con el comunismo, mostrando cómo la ciencia y la política se entrelazan en la carrera armamentística.
A través de la vida de Oppenheimer, la película nos lleva a reflexionar sobre el papel de la ciencia en el mundo contemporáneo. Su legado nos invita a cuestionar los límites éticos de la investigación científica y a considerar las consecuencias de nuestros descubrimientos en la sociedad.
«Openheimer» no solo es una película sobre ciencia y política, sino también sobre la complejidad del ser humano frente al poder y la responsabilidad. Una obra que nos desafía a pensar más allá de los laureles de Hollywood y a reflexionar sobre el verdadero impacto de la ciencia en nuestras vidas.