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La concejal Mariela Aguilar comentó su experiencia en hidroponía, una técnica agrícola que ha ganado popularidad en Comodoro Rivadavia, especialmente durante la pandemia. Este método, que permite cultivar sin tierra y con menos agua, surgió en su caso como un proyecto familiar que comenzó con módulos pequeños y que hoy sostiene la economía de su hogar. Aguilar explicó que la producción hidroponía demanda una inversión considerable en infraestructura y conocimientos, pero ofrece ventajas en términos de velocidad de crecimiento y menor uso de pesticidas.
Aguilar inició este emprendimiento junto a su esposo, quien anteriormente trabajaba en el sector petrolero y ahora se dedica a la producción hidroponía de lechugas y otras hortalizas. Con alrededor de 4.000 plantas, el proyecto ha crecido hasta abastecer a restaurantes y consumidores locales. «Es posible vivir de la hidroponía», afirmó la concejala, señalando que el proyecto requiere conocimientos en nutrientes y procesos, adaptados a las condiciones locales como la calidad del agua.
Incorporación de nuevas técnicas y apoyo de INTA
La concejal destacó la importancia de recibir asesoría técnica, especialmente en una actividad tan innovadora como la hidroponía. Desde sus inicios, Aguilar se ha vinculado con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), recibiendo apoyo en aspectos como el control de plagas y la gestión de nutrientes. Según Aguilar, el respaldo de instituciones técnicas es clave para superar los desafíos de una producción que exige mucha precisión y adaptación a variables locales como la dureza del agua.
Nutrientes y sostenibilidad en la producción de hortalizas
Para asegurar un crecimiento saludable de las plantas, Aguilar explicó que el sistema hidroponía requiere preparar manualmente una solución nutritiva que aporta al agua los minerales esenciales, como calcio, potasio y magnesio. Estos nutrientes, que normalmente estarían presentes en el suelo, se añaden al agua en un sistema cerrado que circula para abastecer cada planta de forma constante.
La hidroponía como alternativa para la seguridad alimentaria local
Más allá de su experiencia personal, Aguilar subrayó que la hidroponía representa una oportunidad significativa para la región, especialmente ante los problemas de abastecimiento de agua y la dependencia de productos de otras provincias. La concejala alentó a otros productores locales a probar esta técnica, señalando que los tiempos de crecimiento se reducen casi a la mitad comparado con la agricultura tradicional. Por ejemplo, una lechuga puede estar lista para cosechar en apenas 35 días durante el verano.
Desafíos y perspectivas de crecimiento
A pesar de los beneficios, Aguilar destacó que la inversión inicial sigue siendo una barrera para muchos productores, debido a la necesidad de infraestructura específica como invernaderos y sistemas de riego especializados. Aún así, la concejala y su esposo planean expandir su producción en 2025, incursionando en nuevas variedades como frutillas para satisfacer la creciente demanda de productos frescos y sin pesticidas en la ciudad.