Argentina se despide del verano con un clima inestable y temperaturas frescas, pero el cambio de estación no detiene la preocupación por el aumento de casos de enfermedades como el dengue y la encefalomielitis equina. El calor ha traído consigo brotes de mosquitos portadores de estas enfermedades, elevando la cifra de muertos a más de 160 en todo el país.
El dengue, antes considerado una enfermedad tropical exótica, se ha convertido en una preocupación nacional. El aumento de las temperaturas y la cantidad de lluvia favorecen la proliferación de mosquitos, elevando el riesgo de transmisión. Sin embargo, la accesibilidad a la vacuna genera debate, ya que su alto costo limita su disponibilidad para la población en general.
Las autoridades sanitarias, tanto a nivel nacional como provincial, trabajan en la prevención y control de estos brotes. Recomiendan medidas simples pero efectivas, como eliminar recipientes que acumulen agua estancada y controlar la proliferación de mosquitos. Además, se advierte sobre la transmisión de la encefalomielitis equina, una enfermedad que afecta tanto a humanos como a animales.
El cambio climático y la actividad humana juegan un papel crucial en la propagación de estas enfermedades. Es fundamental una mayor conciencia ambiental y la implementación de políticas sanitarias eficaces para contener la propagación de enfermedades transmitidas por mosquitos. El desafío está presente y requiere una respuesta coordinada y urgente por parte de la sociedad y las autoridades.