El Papa Francisco abrirá esta noche la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro, marcando el inicio del Año Jubilar 2025. Este evento, que ocurre cada 25 años como tradición en la Iglesia Católica, tiene raíces en el antiguo jubileo judío, un periodo dedicado al descanso de la tierra, el perdón de deudas y la reconciliación social.
El Obispo de Comodoro Rivadavia, Jorge Wagner, destacó en entrevista con Radio Giros 96.3 FM que el Jubileo es un tiempo especial para renovar la fe y fortalecer la justicia social. En este año, la Iglesia promoverá actos significativos, como la peregrinación, que simboliza el camino de la vida, y la cruz con un ancla, un emblema de esperanza frente a los desafíos actuales, como las guerras y el cambio climático.
Desde el punto de vista social, este Jubileo también busca atender a los sectores más vulnerables, incluyendo ancianos, jóvenes, presos, migrantes y pobres. Se espera que las diócesis de todo el mundo propongan acciones específicas para ser «signos de esperanza» en sus comunidades, según explicó el obispo.
Además, la tradición jubilar está vinculada a profundas implicancias económicas y sociales. Por ejemplo, en el Año Jubilar 2000, el Papa Juan Pablo II logró la cancelación de deudas externas para algunos países pequeños, un gesto que recordó el espíritu original de los jubileos judíos, donde las deudas eran perdonadas y los esclavos liberados.
Este Año Jubilar también resalta la urgencia de cuidar «la casa común», en consonancia con la encíclica del Papa Francisco, Laudato Si’. La preocupación por el cambio climático y la justicia social estarán en el centro de las iniciativas de este periodo.
Finalmente, el obispo reflexionó sobre cómo este Jubileo podría inspirar pequeños actos de gracia en la vida diaria. Desde gestos de cercanía hasta palabras de aliento, cada acción puede ser un paso hacia un mundo más reconciliado. La invitación es clara: hacer del Jubileo 2025 un año para construir esperanza y unidad global.