La NASA está a punto de realizar una prueba histórica en la aviación al lanzar el viernes el X-59, un avión supersónico experimental diseñado para redefinir los vuelos de alta velocidad. El objetivo principal de la prueba es evaluar si los ingenieros han logrado reducir los característicos estruendos asociados con este tipo de tecnología. Con dimensiones de 30 metros de largo y 4.27 metros de alto, el X-59 podrá volar a una altitud de crucero de 16,764 metros y a una velocidad de Mach 1.42, equivalente a 1,760 kilómetros por hora.
El avión será lanzado desde Palmdale, California, el viernes 12 de enero a las 4 p.m. ET. A diferencia de los vuelos supersónicos convencionales, los creadores del X-59 afirman que no producirá una explosión sónica alarmante, siendo apenas audible para las personas en tierra. Equipado con un sistema de visión externo en HD y un único motor en la parte superior de la cola, el avión se probará en zonas pobladas de Estados Unidos para comprobar su efectividad y minimizar el sonido perceptible.
El X-59 es resultado de la colaboración entre la NASA y Lockheed Martin Skunk Works, siendo parte fundamental de la misión Questst de la NASA. Esta misión busca reducir significativamente los tiempos de viaje al hacer factible el vuelo supersónico sobre tierra, especialmente en zonas pobladas. La prohibición de vuelos supersónicos sobre tierra para aviones no militares en 1973 en Estados Unidos motivó la investigación de alternativas para evitar el estruendo.
Si las pruebas son exitosas y el público considera aceptable el nivel de ruido, la NASA planea llevar el avión a ciudades seleccionadas de Estados Unidos en 2026 para recopilar retroalimentación. Esto podría allanar el camino para la posibilidad de vuelos supersónicos comerciales sobre tierra, ofreciendo viajes más rápidos y abriendo la puerta a la exploración de vuelos transoceánicos de corta duración.
La primera persona en romper la barrera del sonido en un avión fue Chuck Yeager en 1947, y el X-59 representa un paso clave en la evolución de la aviación supersónica. Aunque se esperaba que el avión realizara su primer vuelo de prueba el año pasado, los retrasos permitieron pruebas estructurales y en tierra para garantizar su correcto funcionamiento. Si todo progresa según lo planeado, los vuelos supersónicos comerciales podrían convertirse en una realidad para 2035.