Originaria de Buenos Aires, siempre muy conectada con el mar. Tras años de viajar y fotografiar ciudades, su curiosidad la llevó a poner la mirada en la naturaleza, impulsandola a explorar el mundo submarino con su cámara.
La transición a la fotografía submarina no fue sencilla. Aprender la técnica del buceo y a manejar el equipo fotográfico en un entorno tan dinámico y cambiante como el agua presentó numerosos desafíos. Romi utiliza una cámara Mirrorless Nikon Z7II con un objetivo Nikon Z14-30, dentro de un estanco Marelux. «La planificación es clave, ya que las condiciones del mar pueden cambiar rápidamente», señala.
Uno de sus momentos más épicos fue sin dudas un encuentro cara a cara con una ballena jorobada y su cría en la isla de Moorea donde durante 45 minutos, estuvo cerca de los majestuosos animales, un instante que lo describe como mágico e inolvidable en su vida..
La fotografía de la ballena jorobada con su cría fue realizada durante una de las inmersiones en las islas de la Polinesia Francesa. «Fue la primera vez que estuve tan cerca de una ballena jorobada. Estaba junto a su cría, muy pequeña. Ambas acababan de llegar a la isla después de un largo viaje nadando desde la Antártida. La ballena madre estaba exhausta y se movía muy lentamente. Saltamos al agua y estuvimos frente a ellas durante 45 minutos. Fue un espectáculo extraordinario. No sabía si seguir sacando fotos o simplemente mirar y disfrutar del momento», relata Romi.
Próximamente Romi se embarcará en nuevas expediciones marítimas para compartir su pasión por la fotografía submarina y la vida marina con todos aquellos que quieran unirse. Solicitar mas informacion Aqui
