El martes pasado, se llevó a cabo un taller participativo en el marco de la Feria del Libro, enfocado en guiar a estudiantes que enfrentan el desafío de definir su proyecto de vida. La actividad, organizada por el equipo de apoyo a las trayectorias escolares, buscó brindar herramientas para que los jóvenes reflexionen sobre su futuro, no solo en el ámbito profesional, sino también en lo personal y social.
La licenciada Carolina González, orientadora vocacional y parte del equipo organizador, explicó que el taller invitó a los participantes a trabajar sobre sus intereses, pasiones y objetivos a largo plazo. «El proyecto de vida no se reduce a elegir una carrera universitaria. Se trata de pensar qué quiero hacer en todas las áreas de mi vida, ya sea familiar, laboral, o incluso en lo sentimental», detalló González.
Uno de los temas destacados fue la desorientación que muchos adolescentes enfrentan al terminar el secundario. González subrayó que, aunque no todos los estudiantes están confundidos sobre su futuro, es común que sientan presión social para tomar decisiones apresuradas. «Terminar el secundario es un duelo, y hay una presión social para que decidan rápidamente qué hacer después», agregó.
El taller no busca proporcionar respuestas definitivas, sino «dejar una semilla para que los chicos reflexionen», según la orientadora. Durante la actividad, los estudiantes realizaron un ejercicio en el que proyectaban su vida a diez años, contemplando no solo carreras, sino también otros aspectos como relaciones, hobbies y desarrollo personal.
En cuanto al rol de los padres en el proceso de orientación, González señaló que aunque hoy en día los adolescentes tienen más libertad para elegir, todavía existen ciertos mandatos sociales, como la búsqueda del éxito y el dinero, que influyen en sus decisiones. «Queramos o no, los padres seguimos haciendo presión, aunque de manera más sutil», mencionó.
Finalmente, la orientadora expresó su satisfacción con la respuesta de los participantes y adelantó que, aunque por el momento no habrá más talleres en la Feria del Libro, varias escuelas han solicitado replicar la experiencia en sus establecimientos. «Esto no es algo que se resuelva en una charla, pero es un comienzo para que los chicos empiecen a pensar en lo que realmente quieren hacer con su vida», concluyó González.
