La explosión en una fábrica de agroquímicos en San Nicolás el pasado 20 de marzo ha generado una grave crisis de contaminación, afectando un radio de 350 metros alrededor de la planta, según Greenpeace. La Unión Europea y Uruguay prohíben estos productos por su peligrosidad.
Desastre en San Nicolás
El 20 de marzo explotó un reactor en la fábrica Atanor de San Nicolás, la mayor productora de agroquímicos en Argentina. El incidente liberó una gran cantidad de atrazina, un herbicida altamente tóxico prohibido en Europa hace 20 años y en Uruguay debido a su impacto en la salud humana y el medio ambiente.
Impacto Ambiental y Humano
Leonel Mingo, coordinador de campañas de Greenpeace, explicó en el programa «Buen Día Día» de Radio Giros 96.3 que la explosión contaminó el aire y el agua, afectando a las casas de los vecinos en un radio de 350 metros. La atrazina, prohibida en muchos países, es particularmente peligrosa porque persiste en el agua hasta por 100 días, afectando tanto a seres humanos como a la fauna.
Riesgo para el Río Paraná
La ubicación de la planta sobre la vera del río Paraná agrava la situación, ya que el río es una fuente vital de agua potable para muchas ciudades, incluida San Nicolás. Greenpeace ha encontrado muestras de agua contaminadas con atrazina, poniendo en riesgo a la población local.
Lucha Judicial
A pesar de la gravedad, en Argentina la atrazina sigue siendo ampliamente utilizada. Sin embargo, Mingo destacó que la justicia ha comenzado a intervenir. Una denuncia de los vecinos de San Nicolás contra Atanor lleva más de 10 años y en 2023 obtuvo dos fallos a favor, responsabilizando a la empresa de daño ambiental irreparable.
Acciones y Desafíos
La Autoridad del Agua de Buenos Aires notificó recientemente a Atanor que todos los pozos de muestreo estaban contaminados con agroquímicos. No obstante, la empresa continúa operando como si nada, apoyada por su propietario multimillonario estadounidense, Dennis Albao, quien tiene fábricas en varios países en desarrollo.
Consecuencias Humanas
Los efectos en la salud son devastadores. Greenpeace ha documentado más de 250 muertes por cáncer en los barrios cercanos a la planta, una cifra que excede ampliamente el promedio nacional. La organización se compromete a seguir luchando hasta las últimas consecuencias para proteger a los vecinos de San Nicolás y al medio ambiente.
